El Sermón Temático es una excelente herramienta para proclamar la Palabra de Dios |
Llegamos
al tercer sistema de exposición de la Palabra de Dios: el Sermón Temático. Como
su nombre lo indica, este género de predicación gira en torno a un tema
específico.
Requiere
de ayudas generales como una buena concordancia. La mayoría de las ediciones de
las Sociedades Bíblicas Unidas, tienen una, al final de cada Biblia. Pero
también se pueden conseguir concordancias extensas en el mercado de la
literatura cristiana. Cualquiera que sea su extensión, amplia o corta, son
fundamentales en la elaboración de estos sermones.
Ventajas
El
Sermón Temático es uno de los más comunes entre los predicadores evangélicos.
Es favorable porque ofrece a los oyentes una amplia gama de posibilidades para
absolver interrogantes en torno a un aspecto escritural en particular. Es como
abrir un abanico: ofrece múltiples y variadas facetas. Además presenta una
lista panorámica en cuanto al asunto objeto de estudio.
El
propio expositor recibe mucha edificación durante la elaboración del mensaje.
Aprende, agudiza su visión, trata de ponerse en el lugar de los creyentes y se
adelanta a las preguntas que se podrían
formular. De igual manera, obliga a investigar aspectos que no quedan claros.
Recuerde
que si hay algo que le genera dudas a usted, lo más probable es que a los
asistentes a la reunión también.
Desventajas
Toda
moneda tiene dos caras. Ya vimos una primera faceta del Sermón Temático: las
ventajas. Son muchas. Pero también tiene sus desventajas. La otra cara de la
moneda que les invito a analizar ahora.
Buen
número de los expositores se limita a tener un tema y buscar cuanto versículo
halla en la Biblia. Luego organizan su bosquejo sin mayor coherencia. Esta
práctica puede llevar al desconcierto, a la desorientación e incluso a la
incertidumbre a la audiencia.
He
escuchado a sinnúmero de personas decir: “El sermón estuvo muy bueno, pero
realmente no lo entendí”. Aseveraciones así son traumáticas, tanto para el
expositor como para los oyentes. Para que eso no ocurra, lo fundamental es
trabajar con sumo cuidado trazando el mensaje.
Definiendo el tema
A lo
largo de este tiempo en el que ustedes y nosotros, mano a mano y a través de la
Web hemos laborado en esta serie, se habrán percatado que es más fácil escuchar
un mensaje que volcarnos a elaborarlo.
Este
hecho debe conducirles a ser más cuidadosos en la preparación de cada
exposición. Un bosquejo conlleva oración. No olvide que usted representa un embajador
de Dios en el púlpito. Cada Sermón debería ser como una escultura. Una
estructura en la que se cuidan mucho los detalles. No una pieza de oratoria
preparada al azar.
Asimismo
habrán podido descubrir que si deseamos tener la preparación necesaria, se
requiere orar y ser buenos estudiantes de las Santas Escrituras.
Ahora,
el primer paso es definir el tema, aterrizarlo. Que no de lugar a
generalidades. Supongamos que, en nuestro Sermón Temático, nos inclinamos por “El
amor de Dios”.
Nuestra Base Escritural o Lectura Bíblica inicial sería Juan 3:16.
Hasta
ahí vamos bien, pero si lo analiza detenidamente, encontrará que predicar sobre
“El amor de Dios” puede sonar muy general e incluso, ambivalente.
Es
necesario ser más específicos porque “El amor de
Dios” puede
expresarse con relación a la naturaleza, los niños, la humanidad, la mujer
cabeza de familia, los farmacodependientes, las prostitutas y más y más
etcéteras. En síntesis, podemos señalar que el amor de Dios tiene una
proyección demasiado amplia.
Si no
particularizamos más el tema, de entrada podemos generar confusión entre la
audiencia.
Como
predicador, usted debe tener claro qué aspecto desea focalizar, es decir,
desarrollar en concreto. Es un ejercicio que debe poner en práctica los
próximos días. Es un paso elemental pero a la vez, ineludible para todo buen
expositor.
Al
grano: usted debe escoger entre la gama de posibilidades. Supongamos que nos
inclinamos por “El amor de Dios hacia la humanidad”. Es claro y conciso. De
seguro, será un extraordinario mensaje.
El Sermón Temático se ciñe a lo que enseñan las Escrituras |
Formulando interrogantes
Ahora
que hay un tema definido, usted como predicador debe hacer algunos
interrogantes, que probablemente son los que se haría como oyente en la
congregación.
1.
¿Por qué ama Dios a la humanidad?
2.
¿Cómo es el amor de Dios hacia la humanidad?
3.
¿Qué genera el amor de Dios hacia la humanidad?
Por
supuesto, usted puede hacerle otras preguntas.
¿Qué paso vamos a seguir? Vaya a la concordancia y escoja versículos que
refieren el tema del amor de Dios, y específicamente el amor de Dios hacia la
humanidad. Encontrará una veintena, como mínimo.
Obviamente
debe sumar los textos que usted conoce, y que considera apropiados. Con estos
versos, trate de responder a las preguntas que escribió.
Para
nuestra próxima cita, esperamos que tengan listo el volumen de versículos que
no solamente halló, sino que espero, haya estudiado.
Cuestionario
para la Lección 7
1.- El Sermón Expositivo incluye:
a.-
Lectura cuidadosa del texto.
b.- Buscar
las divisiones naturales del texto.
c.- Tomar
apuntes.
d.- Todas
las anteriores.
2.- Ahora que nos referimos al Sermón Temático resaltamos las siguientes
ventajas:
a.- El
mensaje gira en torno a varios temas bíblicos.
b.- El
mensaje gira en torno a un solo tema sustentado por varios versículos bíblicos.
c.- El
mensaje difiere de los demás por que maneja un solo versículo bíblico.
d.-
Ninguna de las anteriores.
3.- El Sermón Temático:
a.- Tiene
solo ventajas y no desventajas.
b.- Entre
las desventajas del sermón temático se cuenta que es necesario investigar a
fondo qué versículos permiten desarrollar un tema, son explicativos e incluso,
se concatenan unos con otros.
c.- Es
necesario organizar el bosquejo con coherencia.
d.- Las
respuestas b y c son correctas.
4.- Cuando trabajamos un Sermón Temático:
a.- Es
necesario definir un versículo base y a partir de allí trabajar los temas.
b.- Se
requiere que el tema sea específico y no de lugar a divagaciones.
c.- Los
puntos que se desarrollen deben sustentar el tema central.
d.- Todas
las anteriores.
5.- Para dar solidez al Sermón Temático es necesario:
a.-
Formular interrogantes al tema.
b.- Tratar
de interpretar qué interrogantes se formularía el oyente.
c.- No es
necesario formular interrogantes al tema.
d.- Los
puntos a y b son correctos.
© Fernando Alexis Jiménez
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