Las Escrituras tienen un mensaje muy particular para nosotros y para nuestro tiempo |
I
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magino que está dando los primeros
pasos orientados a una aproximación objetiva al texto bíblico. Recuerde, es la Interpretación.
Ahora, sumemos otros tres elementos que son esenciales, y los cuales
explicaremos con detenimiento:
a. Información
b. Comprensión del texto
c. Aplicación
Léalos de nuevo. Son tres pilares
que, en adelante, debe aplicar cada vez que se acerque a un pasaje bíblico,
trátese de un capítulo, una selección de versículos o, incluso, un solo
versículo. Cuando lo hacemos, abrimos nuestro ser para que el texto de las
Escrituras deje de ser letra muerta y se convierta en algo vivo, real para nuestra
vida cristiana.
I. Información
Parto de la base que usted ha
seleccionado un pasaje que quiere estudiar. Si no lo ha hecho, búsquelo ahora.
Escoja uno de los que haya resultado edificante para su vida. Ármese además de
una libreta de notas. ¿Lo hizo? Ahora acérquese al texto. Usted hace una
primera lectura de la totalidad de los versículos o versículo que haya
escogido. Formúlese a continuación el siguiente interrogante: ¿Cuáles
son las ideas principales de éste pasaje?
Si no ha captado lo suficiente,
mi sugerencia es que vuelva a leer el texto. Le ayudará muchísimo porque su
grado de comprensión aumentará. Tome las notas que considere oportunas. Las
ideas que exprese por escrito deben ser cortas; le facilitará más adelante,
recordar y tener un panorama claro de lo que está leyendo.
¿Lo hizo? Pues bien, ahora hágase
otra pregunta, igualmente relevante: ¿Cuáles son los personajes que intervienen
en el pasaje?
Identifíquelos. Anote sus
nombres. A un lado de cada personaje, trate de escribir cuatro aspectos que son
muy importantes:
a. Sus errores
b. Sus aciertos
c. Sus debilidades
d. Sus fortalezas
Recuerde que todo personaje en la
historia bíblica aportó o quizá fue protagónico en los hechos que se relatan.
Si están allí relacionados, es porque contribuyeron en algo a la historia –positiva
o negativamente--.
Otras preguntas que le ayudarán
en el proceso de exploración bíblica son las siguientes: ¿Cuáles son los lugares geográficos descritos en el pasaje bíblico?
Si le es posible, ubique en un mapa del Antiguo o Nuevo Testamento—dependiendo del
caso—el lugar del que están hablando.
También pregúntese: ¿Cuáles son los términos que le llaman la
atención? Las palabras son muy importantes en la Biblia. Si no le quedan
claros, tómese el trabajo de buscarlos en un diccionario. También ayuda que
tenga a mano otras versiones de la Biblia en las que pueda consultar el pasaje
que está estudiando.
II. Comprensión del texto
Comprender un texto bíblico a
veces no resulta fácil en una primera lectura. Recuerde que el contexto
religioso, cultural, político y económico de muchos acontecimientos descritos
en las Escrituras es distinto a lo que tenemos hoy. Con ese propósito, me
remito a recomendarle varias lecturas del pasaje—dos o tres están bien--, e
igualmente tomar anotaciones.
Hacerlo es posible cuando
procuramos tres fundamentos: El primero, una lectura cuidadosa, el segundo, un
análisis del significado del mensaje, y en tercer lugar, identificar el contexto.
Jamás olvide que no estamos en
una maratón de lectura, de ahí que se debe leer despacio, con entendimiento;
procurar descubrir qué significaba en su momento ese mensaje y, además, qué
estaba ocurriendo. Es allí donde entra el contexto. Por ese motivo, leemos un
capítulo antes—o dos, si es necesario—y uno o dos capítulos posteriores al
texto que está estudiando.
Hágase, en esta parte del
análisis, dos preguntas adicionales que revisten importancia: ¿El mensaje es
claro o quizá confuso (en cuyo caso deberá procurar saber más de lo que se
estaba viviendo en ese momento entre los destinatarios del mensaje)? Y el
segundo interrogante: ¿El mensaje implicaba cambios profundos en la vida,
pensamiento y acciones de los destinatarios finales?
Cuando nos acercaos a un texto bíblico debemos ser objetivos y no tener una mirada subjetiva |
Por favor, tenga en cuenta que
estamos procurando llegar más al fondo. No quedarnos en la lectura primaria,
sino profundizar. En caso que sea necesaria una tercera lectura del pasaje, por
favor hágala. Trate de ser objetivo en la lectura, y no subjetivo.
En otras palabras, tratar de encontrar el mensaje tal como se envió y no
aplicar el mensaje a su conveniencia.
III. Aplicación
Hemos dado dos pasos muy
importantes, y llegamos al tercero, al menos en esta ocasión. Se trata de la
aplicación. Ningún mensaje se escribió por improvisación, y más cuando se trata
de la Palabra de Dios.
Ese texto bíblico significó algo
para los destinatarios finales—en su época--, pero también tiene una significación
especial para nosotros hoy, y más en su caso particular.
Sobre esta base, le invito a que
se formule los siguientes interrogantes conforme avanza en la lectura del
pasaje:
a.
¿Cómo se aplica este pasaje bíblico en mi tiempo, y en mi vida?
b.
¿Es importante este pasaje bíblico sólo a nivel histórico?
c.
¿Qué ilustración nos ofrece para nuestra vida cotidiana?
d.
¿Tiene alguna enseñanza en particular?
e.
¿Aplica a nosotros alguna verdad Escritural que hemos venido pasando por alto?
f.
¿Contiene un mandamiento divino que es vinculante, es decir que también me
obliga hoy a mí?
Estas preguntas no son triviales.
Revisten una importancia singular. Recuerde que la Biblia no se escribió
únicamente para otros, sino para nosotros.
Tenga presente que leer la Biblia
debe producir en nosotros una reacción. No es leerla por leerla,
por mero conocimiento. El fundamento es que la Escritura ayude en nuestro
proceso de transformación personal y espiritual.
Terminamos la lección de hoy con dos
preguntas que deben quedar rondándole en su cabeza: ¿Qué me enseña este pasaje
Bíblico?¿Qué cambios debo aplicar en mi vida con base en la enseñanza
Escritural?
Si tiene alguna inquietud, no
dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com
o llamarnos al (0057) 317-4913705
© Fernando Alexis Jiménez
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Muy bien por esta pagina pastor!!
Dios le siga bendiciendo !!!
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