Una visión panorámica: Los bosquejos de libros y porciones de la (Lección 5)

domingo, 1 de septiembre de 20130 comentarios

Es importante tener una visión panorámica
de los textos bíblicos que estudiamos

Una pregunta que se formulan muchas personas cuando comienzan a caminar en la maravillosa experiencia de estudiar la Biblia, es: ¿Por qué debemos elaborar bosquejos de libros y porciones de la Escritura?

Permítame responderle con una gráfica mental. ¿Qué hace usted cuando desea ver toda la ciudad en su extensión? Subir hasta el último piso de un edificio puede ayudar; sin embargo, la visión que tendrá será muy limitada. El horizonte no será amplio.

¿Qué hacemos en tales casos? Subimos a un montículo o montaña cercanos. Entonces tenemos una visión panorámica que nos ayuda a determinar dónde quedan los lugares emblemáticos como alcaldía o ayuntamiento, parque principal, biblioteca, escenarios deportivos e incluso, la extensión de los sectores o barrios.

Es lo mismo que ocurre cuando leemos al menos dos veces un libro de la Biblia con el propósito de identificar su contenido. Lo que obtenemos es una visión panorámica. Logramos determinar varios aspectos como:


            a. Tema principal del libro
            b. Sub temas
            c. Temas puntuales o particulares

Esta visión panorámica aplica para todo un libro o conjunto de capítulos, pero también, aplica a un capítulo o conjunto de versículos en particular. En este caso le llamamos panorama del pasaje o del capítulo.  

Cuando elaboramos un estudio del libro y comenzamos a particularizar segmentos de texto, es decir, irnos hacia los capítulos, estamos moviéndonos de lo macro a lo micro. Nos vamos acercando al conjunto de versículos que deseamos estudiar.

Como verá, tanto la visión panorámica del libro como la visión específica nos ayudan enormemente porque nos hacemos a una idea clara del contexto.

1. Los capítulos y versículos: Problema o ayuda

Un estudiante de la Biblia que esté en el proceso de bosquejar la estructura de un libro, puede encontrar dificultades y--- al mismo tiempo—, gran ayuda con la división que presentan las Escrituras en capítulos y versículos. ¿La razón? Muchas veces un capitulo no concluye apropiadamente un tema, lo deja inconcluso y es necesario acudir al siguiente capítulo para encontrar el desenlace. Igual ocurre con los versículos.

¿Sabía qué los textos bíblicos más antiguos en las lenguas originales no estaban divididos en capítulos ni  en versículos? En los “originales” no había separación entre las palabras, ni vocales, ni signos de puntuación, ni títulos de cabecera que ayudasen a localizar los pasajes bíblicos. Estas divisiones se incorporaron durante el Renacimiento cuando se comenzaron a editar los primeros libros con páginas, títulos, capítulos e índices, para facilitar la lectura.

Las modificaciones en firme se produjeron durante  la  Edad Media cuando los masoretas (especialistas judíos encargados de fijar, conservar el texto exacto de la Biblia), concibieron una división  en frases cortas, pero con sentido completo, lo cual permitía dar un cierto ritmo a la voz del lector.

La actual división en capítulos parece haber sido esbozada en el siglo XI por Lanfranc, consejero de Guillermo el conquistador. En  los albores del siglo XIII, en París, Stephen Langton, profesor en la Sorbona, que llegó a ser arzobispo de Canterbury, desarrolló la estructura al establecer una división en capítulos, más o menos iguales o muy similares a la que tenemos en nuestras Biblias impresas.
Hacia el 1226, los libreros de París, introducen estas divisiones en capítulos en el texto bíblico, dando lugar a la que se conoce como la Biblia Parisina. Desde entonces esta división se hizo universal. En 1565, Teodoro de Beza inscribe los números de los versículos en el interior del texto mismo.

La división en los capítulos y versículos tienen sus ventajas y desventajas: Una de las ventajas, por la fácil ubicación de un texto, pero a la par, una desventaja en el hecho de que las divisiones no corresponden a la terminación de una idea para abordar la otra.

II. Los libros con y sin estructura

En este punto es importante hacer notar que hay libros que tienen capítulos o pasajes que son totalmente independientes y por tanto, no puede  definirse fácilmente su estructura. Me refiero a textos como Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares y las tres cartas universales de Juan.

Los libros que fácilmente se pueden bosquejar son Génesis, Job, Jonás, Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Romanos, Efesios, Filemón, y el Apocalipsis.

III. Identificando la estructura o bosquejo

La recomendación siempre será la misma: Tomar papel y lápiz y comenzar a hacer anotaciones conforme se avanza en la lectura del texto. Los aspectos que llaman la atención, apuntarlos.

Tenga presente que todo autor bíblico tenía un propósito en mente. Generalmente ordenó sus ideas. Las plasmó por escrito con ayuda del Espíritu de Dios le hablaba. No escribieron por llenar espacio únicamente. Si esa idea nos asiste, nos será más fácil a la tarea de descubrir las ideas relevantes.

Al acercarnos a las Escrituras debemos hacerlo con mucha
responsabilidad para transmitir al mundo un mensaje apropiado
Cuando vamos definiendo una posible estructura para el libro o pasaje, vamos teniendo una mayor comprensión de lo que quería expresar el autor, de la forma como pretendía llegar a los destinatarios finales y, también, qué buscaba como reacción una vez se leyera el escrito.

Si bien es cierto hay libros que nos ayudan con los bosquejos, lo ideal es que usted y yo elaboremos nuestros propios bosquejos del libro, y por supuesto, de los capítulos.

IV. Definiendo ideas principales y secundarias

Las ideas principales que encontramos en el libro, nos ayudarán a definir cuál es el mensaje central. Es necesario valorarlas para mirar cuál está en primer orden. En algunos casos, varias ideas principales tendrán elementos coincidentes, con lo que resultará mucho más fácil encontrar la idea central.

Usted una vez define las ideas principales, las separa. Son los puntos centrales. Ahora, preste atención a un aspecto interesante: En la mayoría de los casos encontraremos capítulos que están ligados a esas ideas principales. Si lo que está es estudiando un capítulo, encontrará versículos que giran alrededor de las ideas principales, les sirven de soporte.

Hay dos preguntas que resultan una valiosa ayuda cuando estamos definiendo la estructura o bosquejo de un libro o un pasaje. Quizá las recuerde. Si no es así, las cito nuevamente: La primera, ¿cuál es el mensaje principal que encuentro en este libro o pasaje?, y la segunda: ¿Qué capítulos o versículos giran alrededor del tema principal?

El trabajo se facilita cuando tenemos en cuenta tres aspectos:

            a. Esquema cronológico – Los tiempos transcurridos entre uno y otro hecho
            b. Esquema de acontecimientos
            c. Esquema de temas – Unir los que son afines o complemento uno de otro

Hay que tener en cuenta la repetición de frases o palabras clave; los relatos o historias o los temas puntuales que se abordan.

A continuación le compartimos dos ejemplos de bosquejos de libros, tomados del autor cristiano, Daniel Alejandro Flores:

Bosquejo del Evangelio de Mateo

I. Preparación para el ministerio, otoño, 27 d. C., 1:1-13.

II. Ministerio en Galilea, de pascua a pascua, 29-30 d. C., 1:14 a 7:23.
A. Primer ministerio en Galilea, 1:14-34.
B. La primera gira misionera, 1:35-45.
C. Ministerio en y alrededor de Capernaúm, 2:1 a 3:19.
D. La segunda gira misionera, 3:20 a 5:43.
E. La tercera gira misionera, 6:1 a 7:23.

III. Retiro del ministerio público, primavera a otoño, 30 d. C., 7:24 a 9:50.
A. Ministerio en las regiones limítrofes a Galilea, 7:24 a 8:10.
B. Vislumbres de la cruz, 8:11 a 9:50.

IV. Ministerio en Perea, otoño 30 d. C. a primavera 31 d. C., 10:1-52.

V. Conclusión del ministerio en Jerusalén, pascua, 31 d. C., 11:1 a 15:47.
A. Conflictos con los escribas y los fariseos, 11:1 a 12:44.
B. Profecía de Jesús en cuanto a la caída de Jerusalén y su segunda venida, 13:1-37.
C. Arresto y juicio de Jesús, 14:1 a 15:20.
D. Crucifixión y entierro de Jesús, 15:21-47.

VI. Resurrección y apariciones de Jesús, 16:1-20.
I. Nacimiento, infancia y niñez, 1:1 a 2:23.
A. Antes del nacimiento de Jesús, 1:1-25.
B. La niñez de Jesús, 2:1-23.

II. Preparación para el ministerio, otoño (septiembre-noviembre) de 27 d. C., 3:1 a 4:11.
A. Ministerio de Juan el Bautista, 3: 1-12.
B. El bautismo, 3:13-17.
C. La tentación, 4:1-11.

III. Ministerio en Galilea, de pascua a pascua, 29-30 d. C., 4:12 a 15:20.
A. Comienzos del ministerio en Galilea, 4: 12-25.
B. El Sermón del Monte, 5:1 a 8:1.
C. El poder de Jesús sobre la enfermedad, la naturaleza y los demonios, 8: 2 a 9:34.
D. Instrucción sobre métodos de evangelización, 9:35 a 11:1.
E. La delegación enviada por Juan el Bautista, 11:2-30.
F. Conflicto con los fariseos, 12:1-50.
G. El sermón junto al mar: parábolas del reino, 13:1-52.
H. Fin del ministerio público en Galilea, 13:53 a 15:20.

IV. Terminación del ministerio público, primavera a otoño (marzo-noviembre), 30 d. C., 15:21 a 18:35.
A. Ministerio en las regiones vecinas a Galilea, 15:21-39.
B. Nuevos conflictos con los fariseos, 16:1-12. 269
C. Preparación para la cruz, 16:13 a 17:27.
D. La importancia de la humildad en las relaciones humanas, 18:1-35.

V. Ministerio en Perea, otoño a primavera (septiembre-mayo), 30-31 d. C., 19:1a 20:34.
A. Enseñanzas en Perea, 19:1 a 20:16.
B. El último viaje a Jerusalén, 20:17-34.

VI. Ministerio final en Jerusalén, pascua, 31 d. C., 21:1 a 27:66.
A. Conflicto con los escribas y fariseos, 21:1 a 23:39.
B. Instrucciones en cuanto a la segunda venida de Cristo, 24:1 a 25:46.
C. El arresto y el juicio, 26:1 a 27:31.
D. La crucifixión y la sepultura, 27:32-66.

VII. La resurrección; apariciones posteriores, 28:1-15.
A. La gran comisión, 28:16-20.
(Texto de Daniel Alejandro Flóres)

Bosquejo del Evangelio de Marcos

I. Preparación para el ministerio, otoño, 27 d. C., 1:1-13.

II. Ministerio en Galilea, de pascua a pascua, 29-30 d. C., 1:14 a 7:23.
A. Primer ministerio en Galilea, 1:14-34.
B. La primera gira misionera, 1:35-45.
C. Ministerio en y alrededor de Capernaúm, 2:1 a 3:19.
D. La segunda gira misionera, 3:20 a 5:43.
E. La tercera gira misionera, 6:1 a 7:23.

III. Retiro del ministerio público, primavera a otoño, 30 d. C., 7:24 a 9:50.
A. Ministerio en las regiones limítrofes a Galilea, 7:24 a 8:10.
B. Vislumbres de la cruz, 8:11 a 9:50.

IV. Ministerio en Perea, otoño 30 d. C. a primavera 31 d. C., 10:1-52.

V. Conclusión del ministerio en Jerusalén, pascua, 31 d. C., 11:1 a 15:47.
A. Conflictos con los escribas y los fariseos, 11:1 a 12:44.
B. Profecía de Jesús en cuanto a la caída de Jerusalén y su segunda venida, 13:1-37.
C. Arresto y juicio de Jesús, 14:1 a 15:20.
D. Crucifixión y entierro de Jesús, 15:21-47.

VI. Resurrección y apariciones de Jesús, 16:1-20.
(Texto de Daniel Alejandro Flóres)

Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirnos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llamarnos al teléfono (0057)317-4913705

© Fernando Alexis Jiménez

Recomienda este Artículo :

Publicar un comentario

 
Soporte Técnico : Creación de este Website | Johny Plantillas | Plantillas Especiales
Registrado © 2011. ESCUELA BÍBLICA MINISTERIAL - All Rights Reserved
Plantilla Creada Por Creación de este Website Published by Mas Plantillas
Con la Tecnología de Blogger